Reingard Zimmer |
Los sindicatos en todo el mundo están expuestos a severos ataques de los empleadores contra el derecho de huelga. En el seno de la OIT, los empleadores han cuestionado el dictamen de la CEACR (Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones) de que el derecho de huelga debe formar parte del Convenio 87 relativo a la libertad de asociación. Por lo tanto, las decisiones recientes del Tribunal Federal de Trabajo de Alemania (BAG, por su sigla en alemán) negando el derecho de terceras partes a reclamar indemnizaciones, si se ven afectadas por una huelga[1], resultan sumamente importantes y trascienden incluso las fronteras alemanas. La aceptación de las demandas de indemnización presentadas por terceros en Alemania hubiera conllevado una limitación adicional del derecho de huelga.
En marzo de 2009, los controladores aéreos alemanes decretaron una huelga limitada en el aeropuerto de Stuttgart. Durante la huelga se redujo la cantidad de vuelos. Varias aerolíneas presentaron reclamos por daños y perjuicios —a pesar de que la situación las afectaba solo indirectamente—, alegando que su derecho de propiedad y sus operaciones establecidas y actuales habían sido violados. Los demandantes adujeron además que los controladores aéreos, al cumplir una función de carácter policial, no tenían el derecho a decretar la huelga. Se trata del primer caso, en el que el Tribunal Federal de Trabajo tenía que decidir, si una tercera parte no involucrada en un proceso de negociación colectiva podía reclamar una indemnización a un sindicato en el caso de que la huelga fuera ilegal.
En marzo de 2009, los controladores aéreos alemanes decretaron una huelga limitada en el aeropuerto de Stuttgart. Durante la huelga se redujo la cantidad de vuelos. Varias aerolíneas presentaron reclamos por daños y perjuicios —a pesar de que la situación las afectaba solo indirectamente—, alegando que su derecho de propiedad y sus operaciones establecidas y actuales habían sido violados. Los demandantes adujeron además que los controladores aéreos, al cumplir una función de carácter policial, no tenían el derecho a decretar la huelga. Se trata del primer caso, en el que el Tribunal Federal de Trabajo tenía que decidir, si una tercera parte no involucrada en un proceso de negociación colectiva podía reclamar una indemnización a un sindicato en el caso de que la huelga fuera ilegal.