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Andreas Bieler[1] |
Europa está bajo el embrujo de la austeridad. A lo largo y ancho de la Unión Europea (UE) el sector público sufre recortes, mientras las conquistas de la clase obrera desde la posguerra están seriamente amenazadas. En este artículo voy a analizar las causas de la crisis y sus efectos sobre los trabajadores y discutir la política del trabajo en respuesta a la crisis de la zona euro.
La dinámica subyacente de la crisis en la zona del euro
Los problemas actuales resultan directamente de la crisis financiera internacional que se inició en 2007 con la corrida del banco Northern Rock en el Reino Unido y alcanzó su primer punto culminante en 2008 con la bancarrota de Lehman Brothers. Se pueden identificar dos consecuencias principales de la crisis. Primero, los estados se endeudaron fuertemente por causa del rescate de los bancos a punto de quebrar y del salvataje del sistema financiero. En segundo lugar, dado el contexto de altos niveles de incertidumbre los mercados financieros se congelaron. Bancos y otras instituciones financieras suspendieron los préstamos entre ellos, pero también a las empresas industriales.
Paralelamente, los países enfrentaron dificultades crecientes para refinanciar su deuda pública. Así dio comienzo la crisis de la zona euro, también conocida como la crisis de la deuda soberana.