Mark Anner, David Kucera y Dora Sari |
¿Contribuye el cumplimiento de las normas de trabajo internacionales al desarrollo económico, o significa su incumplimiento una ventaja comparativa para algunos países? ¿Asistimos a una ‘carrera cuesta abajo’ en materia de normas laborales? ¿Y hasta qué punto dependen las respuestas a esas preguntas del nivel de desarrollo de un país así como de los sectores industriales y las normas laborales específicas en cuestión? Ante la falta de respuestas claras, el debate acerca de los efectos de las normas laborales sobre el desarrollo económico se ha intensificado de la mano de la rápida expansión de los acuerdos comerciales preferenciales que incluyen disposiciones laborales. Lo mismo sucede con la discusión en torno a mega acuerdos comerciales interregionales como el —ahora perimido— Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés) y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por su sigla en inglés), que han generado debates acalorados en varios foros políticos de alto nivel.
Si bien esos interrogantes están planteados hace tiempo, aún carecemos de respuestas medianamente aseguradas. Llegado el momento, las respuestas no deberían poner en tela de juicio el objetivo de mejorar los niveles de cumplimiento de las normas laborales internacionales, sino por el contrario, proporcionar información sobre las estrategias a seguir para lograrlo. A pesar de numerosos trabajos de investigación sobre el tema, subsiste un cuello de botella clave, a saber la forma en qué se mide adecuadamente una serie de normas laborales internacionales, sobre todo en materia de libertad de asociación y negociación colectiva (FACB, por su sigla en inglés), cuya determinación resulta difícil. Para llenar este vacío, el Centro para los Derechos Globales de los Trabajadores de la Universidad Estatal de Pensilvania y la Global Labour University han introducido nuevos indicadores para los derechos laborales, que son acompañados de un conjunto de datos.
Si bien esos interrogantes están planteados hace tiempo, aún carecemos de respuestas medianamente aseguradas. Llegado el momento, las respuestas no deberían poner en tela de juicio el objetivo de mejorar los niveles de cumplimiento de las normas laborales internacionales, sino por el contrario, proporcionar información sobre las estrategias a seguir para lograrlo. A pesar de numerosos trabajos de investigación sobre el tema, subsiste un cuello de botella clave, a saber la forma en qué se mide adecuadamente una serie de normas laborales internacionales, sobre todo en materia de libertad de asociación y negociación colectiva (FACB, por su sigla en inglés), cuya determinación resulta difícil. Para llenar este vacío, el Centro para los Derechos Globales de los Trabajadores de la Universidad Estatal de Pensilvania y la Global Labour University han introducido nuevos indicadores para los derechos laborales, que son acompañados de un conjunto de datos.