![]() |
| Pierre Habbard |
En una reunión celebrada en noviembre de 2013 en San Petersburgo, el G20 aprobó un plan de acción contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (EBTB; BEPS, por sus siglas en inglés[1]), que había sido preparado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el foro más importante en materia de tributación internacional. Con el objetivo de encarar las prácticas corporativas de elusión fiscal, los 15 puntos de acción deben ponerse en práctica hasta fines de 2015.
Desde el año 2009, la cooperación internacional contra la evasión fiscal forma parte de la agenda del G20, pero la elusión fiscal es un tema bastante nuevo para el G20. A diferencia de la evasión fiscal —que atenta contra la ley— la elusión fiscal se ubica en la zona gris del cumplimiento. Opera sobre la base de agresivos esquemas de planificación fiscal de las empresas multinacionales (EMN) e instituciones financieras que aprovechan las diferencias entre las jurisdicciones para mover los beneficios de jurisdicciones con impacto económico (“traslado de beneficios”) o para reducir artificialmente la base imponible del ingreso corporativo (“erosión de la base imponible”). Esta práctica es más difícil de detectar y disuadir, aunque produce resultados similares a la evasión fiscal en cuanto a la pérdida de ingresos para los gobiernos.




